DeLorean
Dijo Peter de Vries, pero bien podría haberlo dicho Bruno Oro, que la nostalgia ya no es lo que era. Y llevarían, en su ironía, mucha razón y lo habrían formulado con esa agudeza salpimentada que nos enamora en Claret14.
Pero hoy vamos a hacer el ejercicio de realismo que, lo confesamos, nos ha llevado hasta aquí. Estamos de acuerdo con Bruno y Peter en que, aquello de "cualquier tiempo pasado fue mejor" es un cliché producto de la memoria selectiva, la que se encarga de eliminar lo malo y vestir de seda lo normal. Pero, en algunas ocasiones, resulta que es verdad: que se ha ido a peor.
¿Cómo saber discernir, entonces, entre lo que es nostalgia y lo que es realidad? Fácil. Cojamos como ejemplo la publicidad. Subámonos en la máquina del tiempo que guardamos en la buhardilla y programémosla en 1991 o en el año de emisión de un anuncio que nos marcó. Después esperemos que caiga un rayo (ya lo sabéis) o, en su defecto, provoquemos algo estruendoso. Y ya estaremos en el año señalado. Dejemos entonces la gorra de los BTS y las emociones en la máquina para que nos esperen allí y bajemos dispuestos a estudiar, con mente analítica y procesos sistemáticos, los spots de aquel entonces. Y lo comprobaremos: la publicidad actual, en su inmensa mayoría, ha conseguido ser técnicamente perfecta, pero ha perdido el alma por el camino. Dar un paso atrás otorga la perspectiva necesaria para comprobarlo.
Antes, las campañas tenían inercia, dejaban poso, se comentaban en la puerta del estanco o se las criticaba desde el banquillo, como si fuesen un ente. Dejaban, en nosotros, una huella más o menos duradera.
¿Cuál era su secreto? Pues, sin pretender ser gurús de nada, pensamos que la contemplación de la vida y el fuego lento tienen mucho que ver en ello. Que la palabra “tendencia” lleva una guadaña al hombro.
Claret14 o la construcción de una habitación con vistas.
Recuperar aquellas virtudes de la publicidad que hoy son carencias es la misión con la que nace Claret14. Y aunque parezca un objetivo poético, tiene mucho de pragmático: trabajamos con el objetivo de impactar a las personas en su individualidad para, de lo concreto, llegar a lo global. Pensamos que impactar a una sociedad empieza por emocionar a una persona. Y queremos ofrecer eso a nuestros clientes.
Recuperar dichas virtudes exige un proceso: el de retornar a la mirada humana. Bajo el paraguas de Fast Digital Grup y con Bruno Oro al frente, Claret14 surge como un espacio para redescubrir lo que significa conectar. Es un espacio con ventanas altas y en el que nunca deja de sonar música. Es un lugar preparado para inspirarse en el mundo, en las personas, en la vida misma, porque sabemos que es la única forma genuina de establecer un vínculo.
Y el nombre, ¿por qué?
Porque Claret14 no es una idea abstracta, es una dirección, un lugar real en el que podemos poner los pies, comentar las ideas mirando a otros ojos y compartir un té (quizás los viernes una cerveza, pero eso no lo podemos decir aquí). Es el espacio que nos permite observar desde una distancia crítica para captar lo esencial.
Queremos que nuestra publicidad genere más que un impacto visual; aspiramos a crear momentos que de alguna forma queden, que se compartan, que inviten a mirar más allá de la superficie y, sobre todo, que hagan innecesario inventar e invertir en una máquina del tiempo.