Audiovisuales
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Producimos material que tiene inercia. Contamos historias poderosas.
En 1950, la revista Life publicó “El beso”, de Robert Doisneau, una fotografía que reflejaba el amor de dos jóvenes reencontrados tras la Segunda Guerra Mundial y que llenaba de esperanza una época oscura. Años antes, durante la Gran Depresión, se publicó la fotografía de once hombres sentados sobre un andamio, sin ningún tipo de seguridad, y más cerca del cielo que de la tierra. ¿Qué tienen en común? Dos cosas: que marcaron la historia y que… estaban escenificadas. Por supuesto, en Claret14 no nos planteamos objetivos tan magnos, pero sí que conocemos la diferencia entre las sesiones de fotos que son “gabardinazos” y encontrar esa foto que exprese, conmueva y defina. Y eso nos encanta.
El tamaño importa, eso es así. Pero a nosotros no nos molesta, porque estamos preparados. Sabemos que webs, catálogos, campañas en redes y presentaciones de equipos exigen amplias sesiones de fotos en las que se genere mucho material. En estos casos, iniciamos con un ejercicio conceptual: el de buscar y definir la claridad en el vínculo, la armonía en la estética y el sentido en el conjunto. Hecho esto, nos aventuramos en el terreno de lo expresivo para crear sesiones que destaquen por su autenticidad. La unión de fuerzas dentro del propio equipo de Claret14, que también es de buen tamaño, nos permite la cohesión entre lo técnico y lo creativo para obtener imágenes que, además de mostrar, cuenten.
¿Sabéis ese dicho, remilgado y relamido, que habla de apuntar a las estrellas para llegar a la luna? Pues bien, podemos recurrir a él para explicaros cómo y porqué preparamos los vídeos que te ofrecemos. Y es que, cuando cerramos un ojo y alzamos el arco, apuntamos al cine. Para llevar a cabo el proceso de pre producción, nos basamos en él. Buscamos la idea, escribimos un guión literario que la provea de brillo y bajamos un guión técnico que defina cada plano y movimiento de cámara para que estos refuercen la narrativa y no haya errores de ritmo. Y esto lo hacemos por breve que sea el vídeo, pues buscamos crear piezas que perduren y tengan un enfoque artístico.
Durante el proceso de producción, dejamos de sentirnos Christopher Nolan (solo por un rato) y volvemos a poner los pies en la tierra para gestionar los recursos de la manera más eficiente posible. Desde la planificación de los escenarios hasta el equipo técnico, optimizamos las posibilidades al máximo para alcanzar el objetivo sin desperdiciar ni un solo fotograma. El control de la luz es clave, pero no es lo único: gestionamos los tiempos, los espacios y los detalles para que todo fluya sin contratiempos.
Como todo habrá salido bien porque así lo habremos dispuesto, disfrutaremos entonces del proceso de post producción. Lo que hacemos siempre durante el mismo, además de la edición de base, es pulir todos esos elementos que conforman tu branding: una colorimetría ajustada a tu identidad visual, una atmósfera visual coherente a la narrativa y un diseño gráfico y sonoro que potencien el mensaje.